Un trocito de Luna

Con la nueva cámara CCD para astrofotografía, la primera prueba es para la Luna, a foco primario y grabando vídeo, que después procesamos con AutoStakkert y RegiStax.

Mar de la Serenidad
 
Pese al mal cielo de esa noche, la toma resulta muy satisfactoria.
 
Teniendo en cuenta que en el sensor APC-C caben unos 25 sensores del tamaño de 1/3”, hemos ganado más del doble de resolución, pero ahora la Luna no cabe entera, por lo que si queremos una Luna completa con esta cámara y el detalle que nos ofrece, deberemos realizar un mosaico.

Cámara CCD

Comúnmente llamamos CCD a una cámara especifica para astrofotografía, pero puede equipar un sensor con tecnología CMOS y son básicamente sensores que se conectan por USB al ordenador, normalmente portátil para tomar fotos y vídeos.
 
Hasta el momento, con la cámara APS-C acoplada al telescopio por proyección de ocular Hyperion de 13mm., hemos conseguido alguna imagen aceptable de Júpiter y Saturno, pero todavía son objetos muy pequeños en el sensor para tener la calidad que buscamos.
 
Para progresar en nuestros intentos de astrofotografía planetaria buscamos una CCD con un sensor pequeño y con los suficientes megapíxeles para grabar vídeo en Full HD.
 
Nos decidimos por la ZWO ASI290MC Color, una cámara con un sensor de 1/3” CMOS y una resolución de 2,13 megapíxeles (1936x1096), con conexión al PC por USB 3.0.


Con esta cámara acoplada al telescopio a foco primario, debemos tener un resultado mejor que con el sistema de proyección de ocular e incluso los planetas deben tener un tamaño relativo mayor sobre el sensor.

Sensor, tamaño y megapíxeles

Hoy en día disponemos de una gran variedad de cámaras réflex y sin espejo con una gran calidad, además de cámaras especialmente indicadas para astrofotografía.

Nosotros contamos con una réflex Full Frame Nikon D800 de 36 megapíxeles y una APS-C Fuji X-T10 sin espejo de 16 megapíxeles.

Por regla general, siempre se tiende a pensar que una Full Frame, que tiene un sensor más grande, nos va a dar más calidad en la imagen final, pero también tenemos que tener en cuenta la cantidad de píxeles del mismo.

Redondeando los tamaños de los sensores, pues cada marca y cada modelo presentan ciertas diferencias, podemos considerar que el Full Frame son 24 x 36mm., el APS-C son 18 x 24mm. y un sensor de 1/3” son 3,6 x 4,8mm.


Pero todo depende de la longitud focal del telescopio y del objeto que queremos fotografiar.

En nuestro caso, como el sensor Full Frame nos viñetea, lo hemos descartado y en las tomas de la Luna con el telescopio Maksutov-Cassegrain de 1500mm. de focal y la cámara APS-C, vemos que esta cubre prácticamente la superficie del sensor, por lo que estamos aprovechando al máximo los 16 megapíxeles del mismo.

El problema viene cuando queremos fotografiar los planetas, pues estos presentan una superficie muy pequeña sobre el sensor y por lo tanto los píxeles que forman la imagen son muy pocos, y eso se traduce en poca calidad.

Una cámara con un sensor pequeño de 1/3”, con tan solo 2 megapíxeles parece que no va a dar la calidad que queremos en comparación con los 16 megapíxeles del APS-C, pero si recortamos en el sensor APS-C hasta llegar al tamaño del de 1/3”, los píxeles que quedan solo son unos 0,64 megapíxeles.

Además, para realizar astrofotografía planetaria, se recurre a la grabación de vídeo y nuestra cámara APS-C solo graba en Full HD (1920x1080) por lo que los píxeles que quedarían en el recorte al tamaño de un sensor de 1/3”, serían aproximadamente, solo unos 0,08 megapíxeles.

Llegamos a la conclusión de que para astrofotografía planetaria, la mejor opción en una cámara con mayor densidad de píxeles aunque el tamaño del sensor sea más pequeño.

Máscara de Bahtinov

Por muy bueno que sea nuestro telescopio, si no enfocamos correctamente, no podremos disfrutar de las vistas, ni mucho menos realizar astrofotografía con una mínima calidad.

Con una máscara de Bahtinov se simplifica el proceso de enfoque de una forma increible.
 

Una vez acoplada la máscara al telescopio y apuntando a una estrella brillante, observamos 3 lineas que se cruzan, dos de ellas fijas y una que se mueve con el enfoque. 
 
 
En el momento que las tres se cruzan en el mismo punto, podemos considerar que tenemos un buen enfoque.

Hyperion

El primer accesorio, junto a la fuente de alimentación, fue un ocular Hyperion de 13mm.

Con un campo aparente de 68º, una gran pupila de salida y un relieve ocular de 20mm., nos permite una visión amplia y cómoda incluso con gafas.

Además, viene con una rosca M43, que con el adaptador correspondiente a rosca T2, nos permite acoplar nuestra cámara para realizar tomas por proyección de ocular.



En cuanto a los aumentos, si recordamos que estos son el resultado de dividir la longitud focal del telescopio por la del ocular, en nuestro caso son: 1500mm. / 13mm. = 115 aumentos aproximadamente.

Con los Hyperion podemos ganar aumentos acoplando unos anillos espaciadores de 14mm. y 28mm., con los que este ocular se comporta como si se tratara de un 10,8mm., 9,2mm. o incluso 8,1mm si utilizamos los dos conjuntamente.

Los aumentos máximos están condicionados por el diámetro del telescopio y se considera que vienen a ser el doble del mismo, porlo que con los 127mm. de nuestro Maksutov, podemos aspirar a un máximo de unos 254 aumentos con cierta garantía de calidad.

Utilizando los dos anillos a la vez, tendríamos: 1500mm. / 8,1mm. = 185 aumentos aproximadamente, dentro de lo que nuestro telescopio puede ofrecernos.

Júpiter y Saturno

Con la cámara acoplada al nuevo ocular Hyperion de 13mm., grabamos vídeo en Full HD a 30 imágenes por segundo e iso 1600.

Tras muchas horas de pruebas, apilando y procesando los vídeos con AutoStakkert y RegiStax, tenemos unas imágenes de Júpiter y Saturno satisfactorias.

Júpiter
 
 Saturno

Si bien con la proyección de ocular ganamos en aumentos, la grabación en vídeo nos hace perder definición de la cámara que pasa a ser de solo Full HD 1920x1080 píxeles.

Así el diámetro de Júpiter son unos 65 píxeles y el de Saturno unos 30 píxeles, prácticamente igual que sin proyección de ocular y una sola toma con los 16 megapíxeles de la cámara.

Ahora solo queda mejorar.

Primer Saturno

Saturno aparece por nuestra ventana mucho más tarde y se nos muestra esquivo la gran mayoría de ocasiones, escondido tras las nubes.

Al fin podemos verlo y fotografiarlo sin demasiado éxito.

Fuji X-T10 - iso 200 - 1/30s. - f11.8

La imagen es una toma única y el diámetro de Saturno son unos 30 píxeles sin contar con los anillos.

Queda claro que es fundamental contar con un buen cielo y mejorar la técnica, pero era la primera vez que veíamos en directo y desde casa a Saturno, algo impresionante.

Primer Júpiter

El siguiente paso es fotografiar Júpiter y lo primero que descubres es la dificultad que se presenta para enfocar, tanto por el pequeño tamaño relativo del planeta como por las turbulencias atmosféricas.

Fuji X-T10 - iso 200 - 1/30s. - f11.8

La imagen es una toma única y el diámetro de Júpiter son unos 70 píxeles.

Muy poca definición, que unido a la falta de nitidez por las las turbulencias atmosféricas y el enfoque no demasiado bueno, nos da un resultado que hay que mejorar.
 
De todas formas, era la primera fotografía de Júpiter en la que se aprecia el planeta y la satisfacción es enorme.

Primera Luna

La primera fotografía fue para la Luna, con la cámara Fuji X-T10 acoplada a foco primario.

Fuji X-T10 - iso 200 - 1/140s. - f11.8
 
La imagen es una toma única que no tiene ningún recorte, la Luna, con este telescopio de 1500mm. de focal, llena casi por completo la superficie del sensor APS-C, lo que le otorga un diámetro de más de 1750 píxeles en esta cámara de 16 megapíxeles, con el aumento de definición que ello representa.

Primeras pruebas

La primera prueba del telescopio, era comprobar que con la cámara acoplada a foco primario se podía enfocar con normalidad.

Hay que probarlo con luz de día y con un objeto conocido, para valorar no solo el enfoque sino también la calidad de la imagen.

Fuji X-T10 - iso 200 - 1/300s. - f11.8

Como se puede apreciar en la foto, no hay problemas para enfocar con la Fuji X-T10, una cámara APS-C y la definición es más que buena.

Por otro lado, al probar la Full Frame, una Nikon D800, nos sorprendemos al comprobar que viñetea ostensiblemente y además la montura no parece soportar nada bien el peso de la cámara, así que la descartamos para estas funciones.

Ya de noche, probamos en visual y desde la ventana de casa podemos disfrutar de Júpiter y de una Luna que nunca antes se nos ha presentado tan cercana.

Nos queda claro que necesitamos más accesorios, como la fuente de alimentación, un parasol y un ocular de mayor calidad de la que tienen los que vienen de serie con el telescopio.

El telescopio nuevo

Muchas horas pensando en el telescopio nuevo, pero siempre la misma conclusión, el que nos ilusiona es muy caro y con los más económicos no vamos a poder progresar demasiado en nuestra afición por la astrofotografía, tanto planetaria como de espacio profundo.

Así que necesitamos un telescopio económico con montura motorizada para empezar a disfrutar y probar muchas cosas de astrofotografía.

Al final nos decidimos por el Celestron NexStar 127 SLT, un catadióptrico Maksutov-Cassegrain de 127mm. de apertura y 1500mm. de focal, con montura motorizada GOTO altazimutal.

Hacemos el pedido y en un par de días ya lo tenemos en casa.

 
Pero con la compra del telescopio no terminan los gastos, ahora hacen falta o ilusionan un montón de accesorios, como la fuente de alimentación que se ve en la foto y que no viene con el telescopio.

Con esta configuración vamos a empezar con la astrofotografía planetaria, además de mejorar radicalmente las tomas de la Luna y el Sol.